Si estás pensando en ser autónomo, es importante que sepas cuáles son los mejores países para hacerlo. Y es que hay importantes diferencias entre ellos, tanto en cuanto a las condiciones económicas como a la legislación. Por eso, si quieres trabajar por cuenta propia es importante que sepas cuáles son los mejores países para ser autónomo y por qué.
En este artículo te contamos la comparativa entre autónomo Portugal y autónomo España, así como las cuotas a pagar por ambos. También hablaremos de algunos países menos conocidos para trabajar por tu cuenta tanto dentro como fuera de Europa, para que te hagas una idea de cómo está el panorama internacional.
¿Merece la pena ser autónomo? En este artículo trataremos de dar respuesta a esta pregunta.
Mejores países para ser autónomos
En lo que respecta al trabajo por cuenta propia cada país es completamente diferente, por lo que es importante investigar antes de decidir dónde hacerse autónomo. Algunos países ofrecen más beneficios y protecciones para los autónomos que otros, así que es importante considerar todos los factores antes de tomar una decisión.
En los últimos años ha habido mucho debate sobre las personas que se mudan a Andorra para pagar menos impuestos; pero lo cierto es que el número de países donde puede ser beneficioso ser autónomo es muy grande. A día de hoy, de hecho, Portugal se está convirtiendo en una opción cada vez más popular.
Autónomo Portugal vs España
Si estás ligeramente interesado en este tema, seguramente ya hayas escuchado que Portugal se está convirtiendo en la nueva «meca» para los trabajadores remotos. Pero, ¿qué tiene de especial nuestro país vecino, y cómo está consiguiendo atraer a autónomos y emprendedores de toda Europa?
La principal diferencia en este sentido con España es el régimen fiscal. A primera vista, en Portugal los autónomos y empresas pagan un impuesto sobre sociedades muy similar al de España, por lo que no deberíamos ver grandes diferencias de ahorros entre ambos territorios.
Sin embargo, Portugal tiene un as bajo la manga en lo que respecta a su tributación: el visado NHR, o Non Habitual Resident. Con este permiso, válido durante 10 años, los trabajadores autónomos no tienen que pagar ningún tipo de impuesto en Portugal para cualquier ingreso que perciban desde fuera del país.
Es decir, que si un autónomo español decidiera cruzar la frontera e instalarse en Portugal, dejaría de pagar tanto la famosa cuota de autónomos como el IRPF, consiguiendo así un ahorro muy importante mes tras mes.
Esto es lo que hace que, teniendo en cuenta las características del trabajador autónomo y su movilidad, cada vez más personas de esta categoría se planteen mudarse al país vecino.
El autónomo, cuotas
Y es que el régimen fiscal imperante en España hace que, en la mayoría de los casos, un autónomo tenga que pagar entre un 30 y un 50% de sus ingresos al Estado, simplemente para poder empezar a trabajar. Y en los casos en que apenas se está empezando a cotizar, este porcentaje puede ser todavía mucho mayor.
La cuota de autónomos
Así, simplemente para poder empezar a realizar una actividad económica, un trabajador autónomo tiene que darse de alta y comenzar a pagar una cuota mensual desde el primer día. Esta cuota de autónomo no existe en prácticamente ningún otro país europeo, y desde luego no en las mismas cantidades.
Hasta 2022, la cuota mínima mensual es de aproximadamente 283€ al mes, lo que puede no parecer demasiado pero que en realidad puede acabar con la economía doméstica de un autónomo que cotiza menos de 1500€ al mes, lo que engloba a la mayoría de personas en este grupo.
A partir del año que viene, esta cuota pasará a depender del nivel de ingresos estimados de la persona, en tramos que van desde los 200€ hasta los 590€ al mes.
Eso sí, durante los dos primeros años de actividad la persona puede acogerse a la «tarifa plana», que actualmente es de 60€ al mes y que el año que viene aumentará hasta 80.
IVA e IRPF
Además de la cuota de autónomos, los trabajadores por cuenta propia tienen que hacer frente a otros pagos obligatorios, como el IVA e IRPF.
En cuanto al primero, el autónomo tiene que cobrar el 21% de IVA a todos sus clientes y luego ingresarlo en Hacienda en su declaración trimestral.
Por otro lado, el autónomo también tiene que declarar y pagar el IRPF cada trimestre, en función de sus ingresos y de una serie de deducciones autorizadas. En función de la cotización anual, el IRPF puede ascender hasta el 45% de los beneficios.
¿Merece la pena ser autónomo?
Ser autónomo en España es bastante arriesgado, debido principalmente a la cuota fija que se tiene que pagar cada mes, aunque no se esté obteniendo ningún beneficio. Sumado esto a los tramos de IRPF, la inseguridad que tienen los trabajadores por cuenta propia es muy alta.
Es por eso por lo que, si vas a emprender en España, es fundamental que tengas claro cómo hacer un seguro de autónomo y que tengas un cierto colchón por si las cosas salen mal.
En Portugal, en cambio, el autónomo tiene una serie de ventajas fiscales muy interesantes que hacen que valga la pena planteárselo como una opción a tener en cuenta. Y otros países europeos, como Chipre, Estonia, Bulgaria o Irlanda, también tienen sus ventajas.
Conclusiones de los mejores países para ser autónomo
Si estás pensando en ser autónomo, Portugal puede ser un buen país para empezar tu actividad, ya que ofrece unas ciertas ventajas fiscales que pueden suponerte un ahorro de gran parte de tus beneficios.
Esta no es la única opción, y si estás dispuesto a salir de Europa, las alternativas son todavía mayores. Por ejemplo, en Dubai no existen impuestos para las empresas ni para las personas físicas, y en Georgia los autónomos únicamente tienen que pagar el 1% de sus ingresos.
Por supuesto, no todos los trabajadores autónomos tienen la movilidad necesaria para salir de su país; pero si tú sí la tienes, se trata sin duda de una opción muy interesante.
